Nuestra carta de apoyo a la campaña #enHorarioEscolar

Sin Límites, Asociación Aragonesa de Altas Capacidades, es una entidad sin ánimo de lucro cuyos socios son, prácticamente en su totalidad, padres y madres de menores con altas capacidades intelectuales. La asociación acoge también a adultos con estas características, a profesionales de la Psicología y la Educación, así como a cualquier persona que comparta las inquietudes de sus socios.

Somos una asociación que tiene entre sus fines asesorar y colaborar con las autoridades educativas y el profesorado, actuando como interlocutor ante aquellos organismos e instituciones de cuyas determinaciones pueda depender el futuro de la educación y atención de los alumnos con altas capacidades intelectuales.

Por esta razón, queremos servir de portavoz de estos niños que no “padecen” de Altas Capacidades; sino que, simplemente, tienen una forma diferente de organizar el pensamiento, de relacionar la información, una forma distinta de ver el mundo. Estos jóvenes tienen un talento que la sociedad está obligada a aprovechar, un talento que muchas veces se oculta para no ser diferente, para no molestar en clase…, un talento que se pierde porque estos chicos no cuentan con los medios necesarios para desarrollarse; se pierde de la misma manera que no se puede desarrollar un talento innato para la pintura o el fútbol si nunca se da la oportunidad de coger un pincel o de tocar un balón. Y así, por puro desánimo, de tan listos y talentosos, estos niños pasan del sobresaliente al fracaso escolar y al abandono. El mundo se les echa encima, se sienten impotentes e incomprendidos y todo ello, porque no los hemos acompañado en su aprendizaje, porque no han adquirido hábitos de trabajo, porque nadie les ha enseñado a estudiar, porque “desconectan” en clase cansados de escuchar las mismas retahílas que no les aportan nuevos conocimientos o nuevos retos. La sociedad descarta así talentos y mentes creativas; las desaprovecha cuando están en fase de crecimiento, no las alimenta ni las “riega” y, sin embargo, las exige en la edad adulta. Los niños y jóvenes que “padecen” altas capacidades se frustran y, en el mejor de los casos, se limitan a pasar desapercibidos; mientras tanto la sociedad les reprocha su falta de adaptación a un sistema que les ha sido hostil … en muchos casos tienen que escuchar con sorna … ¿pero no era tan listo? … ¡ah! ¡igual es que se ha “curado”!.

Afortunadamente no todos tiran la toalla, algunos han tenido la oportunidad de desarrollar alguna actividad que les ha interesado y enganchado, han contado con alguna persona que se ha interesado por ellos, que ha sabido apreciar su talento y les ha enseñado que, si bien son buenos en unas cosas, aún tienen que aprender en otras; alguna persona que, no solo les ha ayudado a desarrollar su talento y a suplir sus carencias, sino que mientras trabajaban les ha hecho creer en sí mismos y en sus posibilidades, en definitiva, les ha ayudado a crecer como persona con altas capacidades.  Y, .. ¡nosotros queremos que estos casos sean mayoría!

 

Como padres, es nuestro deber, y nuestro derecho, procurar a nuestros hijos el mejor y más equilibrado desarrollo personal en todos sus ámbitos. Como cualquier padre o madre, queremos que nuestros hijos e hijas reciban la mejor educación, la más adaptada a sus particulares características. Queremos que su desarrollo psicológico y emocional sea lo más armónico posible. Queremos que sean y se sientan personas integradas en su familia, en su grupo y en la sociedad. Queremos que se rompan tópicos trasnochados y que la sociedad asuma esta realidad en su justa dimensión tanto cuantitativa y cualitativa. Queremos que el sistema educativo les identifique, efectúe el seguimiento oportuno y que les trate y actúe con ellos como lo que son, ni más ni menos. Queremos que se conviertan en personas integradas y útiles para la sociedad, que sean capaces de poner al servicio de ésta su particular potencial intelectual  Queremos, en definitiva y como cualquiera, que nuestros hijos sean lo más felices posible; como cualquier niño…

Legislación en mano, sólo pretendemos que esta se cumpla también con nuestros hijos. Lamentablemente la aplicación de la normativa que nos atañe no es adecuada y es ciertamente irregular. El personal educativo de la mayoría de centros carece de formación específica y, lo que es peor, gran parte de ellos no han sido sensibilizados sobre el tema. De esta forma la atención específica a la que estos niños y jóvenes tienen derecho según la legislación vigente, no se aplica porque no se dispone de personal formado, de protocolos de actuación o de medios específicos. Lo más triste de la situación es que con frecuencia no son necesarios grandes medios, sino un simple cambio de enfoque dentro de un aula para que todos sean incluidos satisfactoriamente en el proceso de aprendizaje. Pedimos un aula inclusiva en donde todos trabajen a la medida de sus posibilidades, sin infravalorar al que no llega a la media, ni señalar al que va más allá.

Pedimos que la identificación sea sistemática como resultado de un screening en todas las aulas de todos los centros.

Creemos que, tanto la formación del personal y profesionales de la educación sobre las Altas Capacidades y la escuela inclusiva, como la sensibilización hacia estos temas, son vitales. Ya que es al final el educador quien hace efectiva la atención a los alumnos día a día. Pedimos que se promueva la formación específica del profesorado y se lleven a cabo las campañas de sensibilización necesarias en los centros educativos.

Estos profesionales, cuando se encuentran ante casos de niños de altas capacidades, necesitan no sólo orientación, sino protocolos  de actuación claros y material adaptados, por lo menos al principio. Pedimos entonces que se destine medios a crear guías orientativas, protocolos de actuación y recursos específicos para la atención de este colectivo o mejor aún para un aula realmente inclusiva.

Pedimos también que así como hay un procedimiento de identificación, haya un seguimiento eficaz de las medidas adoptadas por el colegio en donde se constate que la atención propuesta por el centro es adecuada y los medios asignados son proporcionales.

Al hilo de lo anterior queremos que las adaptaciones curriculares sean efectivas y no un simple cambio de libro para cumplir un requisito. Y que se garanticen las medidas de ampliación y enriquecimiento que propone la normativa desde la etapa de Educación Infantil hasta por lo menos el final de la Educación Obligatoria.

En definitiva lo que deseamos es que nuestros hijos sean tratados con los principios de actuación que dicta la normativa: la prevención de las necesidades, la equidad y la inclusión como garantía de la igualdad de derechos, la personalización de la enseñanza, la calidad de la educación, la participación, la convivencia, la autonomía, la formación y el impulso de prácticas innovadoras, la flexibilidad de los elementos organizativos, la orientación educativa, la escuela inclusiva…que se cumpla la ley para dar respuesta a la diversidad de manera efectiva, para acompañar de la mejor manera el desarrollo integral y personal de cada uno de estos niños y niñas.

 

Podéis consultar la web de información de la campaña aquí:

Atención educativa del alumnado con Altas Capacidades en los centros escolares

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